viernes, junio 24, 2005

El equilibrio

No se si habrá sido el reencuentro con los amigos de toda la vida, el hecho de la libertad sentimental, el desgaste laboral-social-personal que me ha llevado a la busqueda de la paz interior y el equilibrio inalcanzable (el deseo que se consigue, deja de serlo (Everybody says I Love You, Woody Allen. Ese hombre se ha covertido en uno de los mejores comunicadores de la verdad existencial)), mirar alrededor más que hacia el pasado o hacia el futuro, el haberme quitado las cadenas de la misma manera que me las puse, el desatar la pasión con todas sus implicaciones y todas sus consecuencias a cada paso que doy... que me siento en expansión, como si el Big-Bang hubiera tenido lugar hace poco en mi, siendo yo hace unas semanas aquella nube de polvo y gas concentrada que tenía que reventar para dar lugar a algo maravilloso.

Un universo particular toma significado en cada una de las personas que lo habitan, y el mio propio acaba de renacer. Un universo joven y vital, en plena expansión. No hay lugar a dudas ni tiempo que perder en este universo. Hay que empezar mezclar moléculas de uno y otro tipo, ir probando hasta que la vida decida de nuevo que es el momento de salir a la luz, y que esta se desarrolle dentro de mi.

Existirán astros que darán luz y energía, y otros que la consumiran, galaxias y nebulosas diferentes e independientes, tiempos de crisis donde colisionarán cuerpos celestes y serán destruidos, y tiempos de gloria, donde la destrucción de una estrella supondrá que en su apocalipsis arrastrará consigo molestos meteoritos que convertirá en polvo y dispersará hasta hacerlos insignificantes partículas, y la energía desprendida en la destrucción será la justa y necesaria para el génesis de otros sistemas estelares. Todo en completo equilibrio.

Por eso, las estrellas acompañan. Las estrellas dicen más de cada uno que de si mismas.

Se han abierto las puertas de la apreciación, sin divinidades, sin supersticiones. Ahora veo todo como realmente es. Ya se acabó la minería sentimental, el inventarse excusas para lo que sea, dejar de comer para no engordar, dejar de beber para no emborrachar.

"Hay que dejar el camino social alquitranado porque en el se nos quedan pegadas las pezuñas, hay que volar, libre, al sol y al viento, repartiendo el amor que llevas dentro". Amar y ensanchar el alma.

Seguiré jugando a este juego inevitablemente, pero sin duda, la estrategia cambia.

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