jueves, abril 13, 2006

Concéntrate... Concentraté...

Ensimismado, mirando hacia el sol de aquel bar, intentando quedarme ciego. Cerrar los ojos es demasiado complicado cuando sabes que tu malograda psique te llevará por caminos agrestes y trifulqueros.

Vaya borrachera más tonta. Me digo. Siempre quise volar alto, siempre colocandome alas de malta, lúpulo y cebada, para llegar lo más arriba posible, hasta más allá del infierno, y dejarme caer, para levantarme de nuevo a los pocos días del arrepentimiento total.

Últimamente me planteo la felicidad como alternativa a la desidia de bar, supermercado y tienda de todo a 0.60, en vez de como objetivo. ¿Incompatibles, mi tesoro, son?. Quizás me haga falta un poco más de teoría sobre como ignorar, y un poco más de práctica en el pasotismo y la sonrisa fácil.

No me siento triste. Ya no puedo. Pero no consigo concentrarme en algo útil. Y no tengo ni la más remota idea de cual será mi próximo paso... ¿Alguien sabría decirme donde no pisar?

Mientras tanto, seguiré observando el paso de los segundos en el reloj de mi habitación blanca, sin paredes, sin ventanas, sin techos, sin suelos ni puertas... Tan sólo el blanco (de sus ojos) y las agujas del reloj (de sus dedos diciendo que no)

Adiós para siempre, amor a Miss 50. Al menos, eso quisiera yo, eso quisiera...

No hay comentarios: